Ayer la coalición EH Bildu compartió un documento con su lectura en torno a los fondos europeos de reconstrucción. El sindicato ESK ha asistido con estupor a lo leído y escuchado.

Foto: El País

Los cantos de sirena de miles de millones de euros lloviendo cual maná divino parecen surtir efecto en parte de la izquierda política de este país. No en vano, el voto a favor de EH Bildu fue necesario para convalidar el Real Decreto con el que el Gobierno de España viene a regular estos fondos. Seguramente se trata de cuestiones de alta política que a muestra pequeña organización de clase se le escapan.

Este dinero no es gratis

Lo que no se nos escapa es que este dinero no es gratis. De una parte, porque no proviene de una reforma fiscal en parámetros redistributivos, sino que se trata de una operación contable que va a incrementar el nivel de deuda pública. Deuda, que sin una reforma fiscal, vamos a pagar las de siempre. Y de otra este “regalo” está condicionado a la implementación por parte del estado de reformas estructurales. El memorándum que la UE envió al Gobierno de España habla de la necesidad de reformar el sistema público de pensiones, reforma laboral… ESK no tiene duda alguna de que ninguna de estas reformas que se exigen van a ser en pro de los intereses de las personas trabajadoras de este país.

Peligrosas coincidencias

Lo más grave, así y todo, de la posición política que EH Bildu expreso ayer, no es sólo que se den por buenos estos fondos y lo que ellos implican. Más grave aún es, que se ponga en el centro las coincidencias que se tiene con las propuestas de Gobierno Vasco.

Es incomprensible, nos llena de estupor, que una parte de la izquierda política de este país renuncie a impugnar este sistema que desprecia la vida y los intereses de la mayoría y trate de buscar una alianza con la derecha burguesa y neoliberal de este país. Asumir los planteamientos del PNV, es asumir la colaboración público-privada. Es asumir que socializamos inversiones y pérdidas, pero seguimos privatizando los beneficios.

Para ESK es inasumible que en estos tiempos en los que afrontamos la peor crisis social y económica en décadas desde la izquierda política se apueste por políticas que buscan el acuerdo interclasista en lugar de apostar decididamente por confrontar contra el capital y las instituciones y partidos que le sirven.