Hoy se ha presentado en Rueda de Prensa ante la Mesa del Parlamento Vasco la Iniciativa Legislativa Popular por una Renta Básica Incondicional que cuenta con el apoya de ESK y de Argilan-ESK.
Hoy se ha presentado en Rueda de Prensa ante la Mesa del Parlamento Vasco la Iniciativa Legislativa Popular por una Renta Básica Incondicional que cuenta con el apoyo de ESK y de Argilan-ESK La Promotora de esta ILP, compuesta por 16 personas residentes en las tres provincias de la CAPV y con trayectorias diversas en el ámbito de la lucha contra la pobreza, la exclusión y en favor de los derechos humanos.
Una nueva vacuna
Hemos propuesto esta medida como una nueva vacuna que sirva para:
- acabar con la pobreza repartir empleo / compartir trabajo
- poner la vida en el centro
- mayor autonomía para decidir
- vivir de forma más sostenible
- redistribuir la riqueza
¿En qué consiste esta Renta Básica Incondicional?
La Renta Básica Incondicional, consistiría en una cantidad mínima de 900€ mensuales, en forma de un ingreso individual, universal e incondicional que recibiríamos todas las personas residentes en la CAPV. Consideramos que el derecho a una vida digna es un derecho humano básico y fundamental que exige una renta para poder vivir, para poder satisfacer las necesidades vitales básicas, que hoy por hoy siguen estar garantizadas para una amplia franja de nuestra sociedad.
La idea de que la inserción laboral iba a proporcionarnos unas condiciones de vida dignas, así como la cultura del rendimiento (si te esfuerzas, podrás vivir bien), ha quedado desmantelada en las últimas décadas, en las que se ha multiplicado la sobreexplotación, la precariedad y la flexibilización laboral. La situación provocada en el marco de la COVID-19, ha expuesto de forma más evidente que nunca la vulnerabilidad en la que todas las personas podemos encontrarnos cuando nuestras condiciones de existencia dependen del mercado, incluyendo a sectores de la población que pensaban tener una estabilidad sociolaboral garantizada y que nunca hubiesen imaginado encontrarse en las situaciones en las que hoy se encuentran.
Hoy más que nunca
Si bien la CAPV fue pionera en la introducción las rentas mínimas garantizadas y condicionadas destinadas a combatir la pobreza, sus resultados han sido más bien deficientes, con un modelo fracasado que requiere ser sustituido por otro capaz de erradicar la pobreza garantizar unas condiciones de vida dignas para todas las personas. Creemos que una Renta Básica Incondicional es una medida adecuada para ello. Entre otras cuestiones, contar con la seguridad de un ingreso mensual de estas características, nos permitiría una mayor capacidad negociadora de las condiciones laborales, elegir dónde invertimos nuestro tiempo de trabajo y poner en valor todos aquellos trabajos que están fuera del mercado, en especial, los trabajos esenciales para el sostenimiento de la vida y aquellos que faciliten una transformación del actual modelo de híper-producción que se ha revelado insostenible para la vida y el propio planeta.
No se trata de si se puede o no se puede. Se trata de si se quiere o no se quiere
Frente a la idea de que una Renta Básica Incondicional es una utopía, los modelos de financiación que se han explorado para proponer esta Iniciativa Legislativa Popular, ya han comprobado (incluyendo en sus estudios análisis con datos de la provincia de Gipuzkoa), que a través de una reforma fiscal del IRPF, la RBI sería plenamente asumible en términos presupuestarios. Sin duda, la implantación de una RBI exige una reforma radical progresista de la fiscalidad que atienda a la búsqueda de efectos positivos en la redistribución de la renta y el patrimonio, en el combate contra la riqueza obscena de las personas ultra ricas, eliminando la elusión fiscal, sobre todo para las empresas multinacionales, etc. Sostenerlo en términos de utopía sólo responde a una intención de evitar repartir la riqueza y seguir concentrándola en pocas manos. No se trata de si se puede o no se puede. Se trata de si se quiere o no se quiere.
Llamamos a participar a la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil
Una vez presentada la ILP en la Mesa del Parlamento, la Mesa tendrá 30 días para autorizar o desestimar la ILP. Una vez aceptada, se podrá comenzar con la recogida de las 100.000 firmas necesarias para su discusión parlamentaria. Para ello, se anima a las organizaciones de la sociedad civil, así como a personas individuales interesadas en esta iniciativa, a ponerse en contacto con los grupos motores que existen en los tres territorios, a fin de apoyar el proceso iniciado y sumar fuerzas que obliguen a los partidos políticos con representación parlamentaria a apoyar esta medida como UN DERECHO FUNDAMENTAL para el conjunto de la ciudadanía.
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