Mientras la patronal habla del ‘impacto del absentismo en sus cuentas’, nosotras y nosotros hablamos de que en 2024 al menos 63 personas han muerto en accidente laboral y más de 100.000 han sufrido accidentes.

 

« CCOO y UGT han comenzado a poner sobre la mesa propuestas en materia de absentismo que  relegan la salud a un 2º plano  »

 

La patronal lleva años repitiendo el mantra del absentismo como uno de los grandes que azota la economía. Despreciando absolutamente nuestra salud y dejando patente que lo único que les preocupa son sus beneficios.

No es nuevo que la patronal repita el este mensaje hasta aburrirnos, lo que sí es nuevo es la actitud de gobiernos y de algunos sindicatos. El pasado verano, el Gobierno de España, CCOO y UGT han sucumbido a las presiones de la patronal y han comenzado a poner sobre la mesa propuestas en materia de absentismo que relegan a un segundo plano la salud. Con total secretismo, el Gobierno español y CCOO y UGT firmaron un acuerdo que busca retrasar aún más la edad de jubilación y dar más poder a las mutuas para controlar la bajas y acortar la duración de las mismas.

Si esto fuera poco, recientemente la Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha propuesto instaurar las bajas flexibles para reducir el absentismo. Es indecente que un gobierno que se autodenomina progresista y los sindicatos CCOO y UGT avalen con sus actos las tesis de la patronal.

Mientras Confebask habla ‘del impacto del absentismo en sus cuentas’, nosotras hablamos de al menos 63 personas muertas en el trabajo y más de 100.000 accidentes en el año 2024.

 

« Retrasar un año la edad de jubilación  eleva un 38% el riesgo de morir  entre los 60 y los 70 años »

 

Trabajar hasta morir

El acuerdo firmado por los sindicatos CCOO y UGT, la patronal y el Gobierno busca, entre otros aspectos lesivos a la salud, favorecer el retraso de la edad real de jubilación de las personas trabajadoras. Por un lado, se ofrece una mayor bonificación por cada año trabajado tras el cumplimiento de la edad legal de jubilación y, por otro lado, se incentiva la llamada jubilación activa (compaginar el cobro de parte de la pensión por jubilación con el trabajo).

En el año 2019 la edad media de jubilación en la CAPV y en Nafarroa era de 63,9 años. Sólo 5 años después, en 2024, la jubilación real se ha retrasado hasta los 64,7 en la CAPV y los y 64,6 años en Nafarroa. En el conjunto del estado, por primera vez en la historia la edad real de jubilación ha superado los históricos 65 años. ¡65,1 años!

Una vez más pretenden cargar sobre la espalda de los y las trabajadores el peso del “desequilibrio“ de la caja de pensiones. A pesar de que año a año vemos como los beneficios empresariales y la productividad de las empresas siguen creciendo, es mucho más fácil obligarnos a trabajar más años para poder cobrar una pensión pública, que cargar los costes de las pensiones en dichos beneficios.

Si fuera poco, estas medidas las lanzan sin tener en cuenta la perspectiva de género. Está demostrado que quienes a día de hoy prolongan su vida laboral son las personas de trabajos menos penosos y mejor remunerados y en este grupo por supuesto no nos encontramos las mujeres. Somos quienes seguimos arrastrando una vida laboral muy irregular como consecuencia (en parte) de la responsabilidad de “los cuidados”.

Debemos tener muy claro que prolongar la edad de jubilación es un atentado contra la salud de todas y todos. Se calcula (Fundación FEDEA) que retrasar un año la edad de jubilación eleva un 38% el riesgo de morir entre los 60 y los 70 años.

Está claro que el aumentar nuestra vinculación al puesto de trabajo, no va a traer la solución a esos problemas. Solamente va a provocar que nuestra salud empeore y que nuestro entorno laboral cada vez sea más inseguro.

 

 

«  El acuerdo se ensaña  con nuestro derecho a enfermar »

 

Nuestra salud no es un negocio

Otro de los apartados en los que el acuerdo se ensaña es con nuestro derecho a enfermar. CCOO y UGT, al enfocar la solución del problema en la gestión de las bajas, adoptan el enfoque de la patronal, que atribuye el absentismo laboral a la voluntad de los trabajadores de cogerse bajas arbitrariamente. Esto deja en un segundo plano la promoción de la prevención y las sanciones a las empresas que incumplen la legislación en materia de salud laboral.

Se pretende dar más poder a las mutuas para la gestión de las bajas por contingencias comunes con origen traumatológico. Las mutuas van a cobrar por realizar una labor que debiera ser realizada por los sistemas públicos de salud. Estamos ante una nueva privatización de los servicios públicos que, además prioriza el interés económico por encima de nuestra salud.

Todos y todas sabemos que el principal objetivo de las mutuas no es la total recuperación de la dolencia y mejoras nuestra salud, sino la aceleración de nuestra vuelta al trabajo y así volvamos a generar plusvalía a las empresas. Muchas de nosotras y nosotros hemos padecido los métodos cuasi mafiosos que las mutuas utilizan para amedrentarnos y así conseguir que volvamos a incorporarnos a trabajar antes de lo debido. Hasta ahora, esta era nuestra realidad con las bajas de origen profesional, ahora pueden tener esta capacidad para intervenir en las enfermedades comunes.

Otro aspecto lesivo para nuestra salud, es la restauración de bonus por reducción de la siniestralidad laboral. Resulta curioso que la manera de proteger nuestra salud laboral sea premiar a quien cumple la legislación en la materia. ¿Os imagináis que nos premiasen por ir todos los días al trabajo? Además, este receta no es nueva. Estuvieron vigentes durante años y su consecuencia fue la ocultación de los accidentes laborales “leves” al objeto de cobrar la bonificación.

El acuerdo de la mesa estatal de diálogo social y las recientes declaraciones de la Ministra Elma Saiz nos dejan bien a las claras que el objetivo del gobierno no es atajar las causas del absentismo, si no que simplemente quieren acallar las críticas de la patronal y ceder a sus peticiones.

 

 

« El problema no es el absentismo, sino las  condiciones laborales  que nos enferman »

 

Mejores condiciones, menos absentismo

El acuerdo tan solo se preocupa por el absentismo existente. En ESK tenemos claro que el problema no es el absentismo, sino las condiciones laborales que nos enferman. Y de estas nada se habla en el acuerdo.

Por lo tanto, las medidas para solucionar el absentismo no pasan por endurecer el acceso a las bajas o por acelerar su vuelta al trabajo; pasa por poner en primer plano la vida de las personas y por mejorar las condiciones en las que desarrollamos nuestra actividad profesional. El absentismo no es el problema, es la consecuencia de un mercado laboral cada vez más precario e inseguro.

Si de verdad quieren acabar con el absentismo, que empiecen por:

• Obligatoriedad de una mayor inversión en la prevención y en la salud laboral por parte de las empresas.
  
  
• Sanciones a las empresas que incumplan con la normativa laboral en materia de seguridad y salud laboral.
  
  
• Reducción de las cargas de trabajo.
  
  
• Reducción radical de la jornada de trabajo.
  
  
• Reducción de la edad de jubilación a los 60 años.

 

Con estas medidas y con otras muchas que pongan en el centro las vidas será la única forma que el absentismo se reduzca y, sobre todo, que las personas dejemos de enfermar por ir a trabajar.

 

Revista 'Matxinada'