Ayer inició el periodo de consultas del ERE de Extinción para la empresa STADLER. Exigimos a las administraciones que se involucren en la búsqueda de soluciones que impidan la pérdida de estos 58 puestos de trabajo.

« La plantilla lleva años pagando a base de  atrasos en los pagos y congelaciones salariales  por esta horrible gestión »

Tras el inicio en julio del concurso de acreedores de la empresa STADLER de Oñati, conformada actualmente por 58 trabajadores y trabajadoras, ayer se celebró la primera reunión del ERE de Extinción entre la dirección y el comité de empresa.

Desde ESK señalamos y denunciamos públicamente a la empresa y sus gestores, absolutamente culpables de las consecuencias por su ineptitud, y que además no asumirán la responsabilidad de la mala gestión realizada estos años, que es lo que realmente nos ha llevado a esta situación.

La plantilla lleva años pagando a base de atrasos en los pagos y congelaciones salariales las consecuencias de esta horrible gestión. Sobre la plantilla han recaído exclusivamente las consecuencias y los esfuerzos con la esperanza en revertir la situación. Ahora, nuevamente, serán los trabajadores y trabajadoras quienes se verán penalizados por esta mala gestión, y que además verán su indemnización limitada con los topes establecidos por el FOGASA.

En ese sentido, exigimos a las administraciones que se involucren en la búsqueda de soluciones que permitan la pérdida de estos 58 puestos de trabajo y se puedan paliar las consecuencias que, tanto para el pueblo de Oñati, como para toda la comarca del Debagoiena se puedan derivar de ese ERE de extinción.

Despido colectivo 

STADLER es una empresa que manufactura piezas metálicas sinterizadas, especialmente para el mundo de la automoción, vendiendo directamente a fabricantes como Mercedes, Volkswagen, Volvo, etc.

La empresa ha alegado diferentes razones para la presentación de este ERE de extinción, entre otras cuestiones, alega el fuerte descenso en el volumen de ventas, la grave crisis del sector de la automoción y el fracaso de alguno de los proyectos en los que invirtió la sociedad.

Ante esta situación la masa importante de clientes se han marchado retirando sus pedidos, y tampoco ha habido empresas que hayan querido adquirir la unidad productiva o parte de ella. Basan en ello la imposibilidad de atender a los pagos y garantizar la continuidad del empleo, procediendo al despido colectivo de la totalidad de la plantilla.

Konponbidea orain!