Es necesario que las trabajadoras de hogar sean integradas en el régimen general y que se equiparen sus condiciones laborales y sus derechos al del resto de trabajadoras profesionalizando el sector y dignificando el trabajo de hogar y de cuidados.
« En el empleo de hogar las condiciones laborales son indecentes y ni siquiera se ajustan a la normativa ordinaria »
Desde 1988 la ONU estableció el 30 de marzo como el día internacional de las trabajadoras del hogar con la intención de visibilizar el trabajo que se realiza en este sector. Desde entonces la lucha de estas trabajadoras que en los últimas décadas ha pasado a estar también entre las prioridades del movimiento feminista ha provocado cambios legales y sociales que han contribuido a la mejora de sus condiciones laborales.
En 2011 la OIT adoptó el convenio 189 que dotaba a las trabajadoras de hogar de derechos básicos y fundamentales hasta la fecha inexistentes. El estado español ratificó dicho convenio en 2023 y no entró en vigor hasta febrero de 2024, tarde y mal para variar.
Mejoras muy básicas
Es evidente que ha habido mejoras sustanciales en las condiciones laborales de las trabajadoras en los últimos años, como el reconocimiento a percibir una prestación por desempleo,la obligatoriedad de ser dadas de alta en la seguridad social, la obligatoriedad de que los despidos sean justificados... pero estas mejoras son tan básicas que resulta casi insultante para la clase trabajadora que la clase política se ponga medallas por cumplir la ley y reconocer derechos fundamentales.
Más del 95% de las personas dadas de alta en el Sistema Especial de Empleados de Hogar son mujeres. Nada es casualidad y menos aún lo que nos pasa a nosotras. Este sistema heteropatriarcal sigue perpetuando los roles de género también en lo laboral. El trabajo de cuidados, tanto el remunerado como el que no lo está, es central para el sostenimiento la vida. Sin todos esos trabajos que realizamos mayoritariamente las mujeres este sistema no se sostiene. Sin embargo, apenas hay reconocimiento del mismo y cuando este trabajo, como es el caso del empleo de hogar, es remunerado, las condiciones laborales son indecentes y ni siquiera se ajustan a la normativa ordinaria.Las trabajadoras de hogar y cuidados no pueden seguir siendo trabajadoras de segunda, son trabajadoras como las demás y deben de tener los mismos derechos por eso es urgente que de una vez por todas sean integradas en el Régimen General.
Vulnerabilidad
Las mujeres estamos atravesadas por diferentes violencias y esto también sucede en el mercado laboral. El 55% de las mujeres trabajadoras de hogar están en situación irregular. Mujeres que viven y trabajan aquí, a las que sin embargo se les niegan los derechos mas elementales gracias una ley de extranjería inhumana y que las condena a situaciones de vulnerabilidad, violencia y todo tipo de abusos.
En el Estado Español hay entorno a 550.000 trabajadoras de hogar y de estas unas 40.000 lo hacen en régimen interno. Una modalidad que jamás aceptaríamos en ningún otro sector pero que sin embargo asumimos con total naturalidad cuando son las mujeres quienes tienen que trabajar en estas condiciones; sin que se respeten los descansos, con jornadas laborales que llegan hasta las 60 horas semanales, conviviendo con el jefe, pagando parte del salario en especie...
« La familiarización de los cuidados recae mayoritariamente en las mujeres »
Políticas ineficaces
Las leyes que han sido aprobadas para la mejora y regularización de las condiciones del sector, aunque necesarias, son absolutamente insuficientes. Además, el no estar acompañadas de medidas eficaces y no asumir las instituciones su responsabilidad en la crisis de cuidados y no generar políticas publicas para abordarla, se ha provocado una situación realmente alarmante.
Desde 2015 se está dando una tendencia a la baja en la afiliación a la seguridad social de las Trabajadoras de Hogar y Cuidados. En el mes de febrero de 2025 había 79.160 trabajadoras menos afiliadas comparado con el mismo mes de 2015, lo que supone una bajada de 18,45 puntos porcentuales.
La última encuesta de la EPA cifra en 580.000 las trabajadoras del sector de trabajadoras de hogar y cuidados y de ellas 1 de cada 3 no está dada de alta en la seguridad social. La afiliación de las trabajadoras de hogar a la Seguridad Social sigue cayendo año tras año lo cual es muestra de la crisis de cuidados que estamos viviendo y sobre todo de la dejadez de las instituciones.
Inviolabilidad
Los domicilios particulares de los empleadores siguen manteniendo el carácter de inviolabilidad por lo que difícilmente se hacen inspecciones y por lo tanto se pueden detectar situaciones de irregularidad en las condiciones laborales de las empleadas.
La falta de recursos públicos y de medidas que incentiven y apoyen a las familias que tienen necesidades de cuidados condena doblemente a las mujeres. Por un lado ante la falta de recursos públicos y económicos de las familias, que cada vez tienen salarios más bajos, se da una familiarización de los cuidados y esto recae mayoritariamente en las mujeres de las familias que reducen sus jornadas o dejan sus empleos para hacerse cargo de los cuidados lo que genera una merma aún mayor en su economía, limita la independencia económica de las mujeres y perpetua los roles de genero y por lo tanto su discriminación y subordinación. Al mismo tiempo miles trabajadoras de hogar son expulsadas de sus empleos o se ven abocadas a trabajar de manera irregular con aún mayor precariedad y en condiciones inaceptables.
Ante esta situación las administraciones públicas tiene la obligación de tomar medidas eficaces que garanticen las condiciones de seguridad y salud de estas trabajadoras, protegiéndolas de cualquier tipo de abuso, violencia y/o acoso en su centro de trabajo. Implementando sanciones a los empleadores que incumplen la ley. Es necesario que las trabajadoras de hogar sean integradas en el régimen general y que se equiparen sus condiciones laborales y sus derechos al del resto de trabajadoras profesionalizando el sector y dignificando el trabajo de hogar y de cuidados.
30 marzo: Día internacional de las trabajadoras de hogar y cuidados
Sanmarkosene: acuerdo tras de 81 días de huelga
Acuerdo para mantener el centro de Madres Mercedarias y mejorar las condiciones laborales
Preacuerdo del convenio de residencias de Bizkaia
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