El 17 de octubre hará un año del ataque al Hospital Al Ahli de Gaza que Israel intentó ocultar a la comunidad internacional. Este día marcará una de las más terribles efemérides que podamos recordar ya que es el comienzo del mayor desafío al derecho humano internacional visto.
El asesinato de centenares de personas enfermas y heridas en un centro hospitalario es una de las más despreciables aberraciones que se puede producir en una guerra, nunca antes se había sobrepasado esta línea roja dictaminada por la legislación internacional.
Israel justifica sus acciones, por inhumanas que estas sean, bajo el pretexto de la conveniencia militar (“todo es Hamas”), ha tenido la indecencia de responsabilizar a los Palestinos de atacar a su propio pueblo, como décadas atrás hizo el régimen fascista de Franco en Gernika.
Este año 42.000 palestinos han sido asesinados bajo el fuego del ejército “más moral del mundo”, el 70% son mujeres, niños y niñas, a los que hay que sumar los miles y miles de desaparecidos bajo los escombros. El mundo está siendo testigo de la más cruel limpieza étnica de la época moderna bajo la secuaz colaboración de Estados Unidos, Europa, Marruecos y Argentina, entre otros.
Israel justifica su guerra y ocupación apoyándose en su defensa propia, pero…defenderse ¿de quién? De los 16.000 niños y niñas asesinados en Gaza, de los más de 150 niños y niñas asesinados en Cisjordania, de los 523 profesionales sanitarios y 76 rescatistas, 171 periodistas
… ¿Es licito arrasar con el sistema sanitario de Gaza, destruir 32 hospitales y 246 ambulancias con el pretexto subjetivo de seguridad?
¿Es justificable someter a la población civil a una miseria y hambruna por no permitir el acceso a comida, agua, electricidad, medicinas, combustible...?
Desde ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK nos solidarizamos con nuestras compañeras de profesión y con todos aquellos voluntarios y rescatistas que arriesgan sus vidas para ayudar a su pueblo. Su fuerza, coraje y resiliencia es digna de admirar, es una la lección que deberíamos de aprender y es la solidaridad que deberíamos demostrar.
No nos olvidamos de las periodistas asesinadas, los miembros de la UNRWA, media luna roja y otras agencias humanitarias que también han sufrido la violencia indiscriminada del estado genocida.
Pongamos fin a la masacre, no permitamos que los derechos humanos se conviertan en papel mojado, denunciemos este genocidio, condenemos la limpieza étnica contra el pueblo Palestino, su ocupación y el ilegal régimen de apartheid al que es sometido.
No callemos, nuestra posición como sanitarios que somos otorga la legitimad suficiente para denunciar el uso de la salud como arma de guerra.
Unámonos contra el estado fascista Sionista, contra los cómplices que le financian y arman, contra el silencio de los colegios profesionales sanitarios y la servil prensa occidental que mira a otro lado.
Para denunciar este genocidio, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK convocamos a una CONCENTRACIÓN, EL 17 DE OCTUBRE A LAS 11H EN EL HOSPITAL SANTIAGO
¡¡¡STOP AL GENOCIDIO Y LA OCUPACIÓN!!! ¡¡PALESTINA ASKATU!!